lunes, 18 de abril de 2011

ORDENACIÓN

Se libera la cabecera de la iglesia, integrándola en la intervención y aprovechando sus cualidades como elemento legible. Junto a ella, en la pequeña plaza que obtenemos mediante esta operación, situamos un nuevo edificio de marcado carácter público en el que se desarrolla un programa cultural.
La nueva construcción se eleva sobre el terreno liberando la bajada hacia el mercado en un intento de asomarnos al sur del barrio.

Se salva la diferencia de cota entre el nuevo espacio público y el patio de las viviendas de la calle Jaén alojando una residencia-albergue desarrollada en dos niveles bajo rasante y una pastilla elevada sobre sobre la plaza. Esta última pieza amplia visualmente la plaza a la vez que hace de elemento definidor de sus límites.

Todo el espacio libre se nivela a la cota de la plaza de la cabecera de la iglesia. La gran altura que esta operación da a las viviendas de la calle Teruel es suavizada mediante la ampliación de los bajos comerciales y su incorporación como alojamiento de servicios de la plaza (bares, restaurantes, tiendas)

Las viviendas se plantean como prolongación del actual bloque de la calle Teruel, lo que nos lleva a la decisión de demoler el edificio que da frente a la calle Reina Mercedes.
Es la fachada sur del nuevo edificio, formado mediante una galería de terrazas, la que se prolonga hacia la pastilla existente protegiéndola de la radiación sur y unificando el alzado hacia el espacio público.

martes, 29 de marzo de 2011

APROXIMACIÓN


Inicialmente se disponen los elementos construidos manteniendo las construcciones existentes, salvo la nave que ha quedado aislada en la calle Jaén, que es demolida para liberar el espacio y suspender sobre ella, con la alineación de la calle San Antonio, el volumen que alberga el centro público de la intervención. Un volumen de uso flexible, donde una agenda de índole cultural, ocupacional y formativa, conviva con la asistencia de residentes que pasan horas en su interior, bien relacionándose o bien buscando un confort que no tienen en sus hogares.


Una pieza longitudinal, destinada a albergue, residencia juvenil y centro de acogida, capaz de adaptar su configuración a las distintas demandas de sus usuarios, cierra las fachadas con vocación de patio de las construcciones de la calle Jaén, a la vez que soluciona el gran desnivel que presenta la parcela en ese punto. Esta pieza queda comunicada física y funcionálmente con las antiguas construcciones de las que se dispone en la esquina sur oeste de nuestra intervención.


El primer acercamiento al edificio de la esquina este, lleva a proponer un edificio de viviendas cuya fachada nos hace de fondo del espacio libre.


La medianera a poniente del actual edificio de viviendas, queda cubierta por una piel técnica, una piel "anuncio" de actividad y vida.


Al oeste, las construcciones junto a la iglesia se restauran y se destinan a oficinas de jóvenes profesionales. Esta es la única intervención directa de carácter económico, además de la apertura del mercado Maravillas a naciente, hacia la Plaza de la Condesa de Gavia. La regeneración de la zona puede llevar aparejada la puesta en valor de los pequeños locales (de mayor tamaño en las últimas construcciones que se han ido realizando), repartidos por toda la trama afectada.


Una de las opciones que se surgen en la manipulación de la maqueta es la posibilidad de unir el edificio del albergue con el centro polivalente: la residencia de estudiantes-albergue directamente unida al centro, biblioteca virtual, salas de estudio y trabajo.













































Continuando con las manipulaciones, la prolongación del volumen del polivalente de la calle Jaén sobre la calle Tiziano, puede dar cabida a espacios para salas de reunión y trabajo de mayor tamaño, a la vez que aporta un elemento renovador desde el acceso de la iglesia.

















domingo, 20 de marzo de 2011

ANÁLISIS


















Además de todos los parámetros que han sido estudiados,se plantean en la zona dos grandes barreras que podrían dar explicación a la situación en que se encuentra la zona: Bravo Murillo al oeste y la zona de “clase media” del este. Nuestra parcela es tierra de nadie. Pero puede ser tierra de muchos.


Las conexiones en estas direcciones existen. No solo eso, son las únicas que pueden utilizar todos aquellos que habitan en esta franja: los movimientos norte-sur están taponados. Y curiosamente en en esta bando norte-sur nos encontramos una serie de valores que remarcando sus cualidades, nos dan un un gran punto de apoyo para la regeneración de la zona: una arquitectura humilde pero digna (lejos del lenguaje de las construcciones más recientes que, en un intento de emular las formas de la clase media están dejando en el lugar una imagen anónima y de difícil identificación), dos colegios, una guardería, la trasera de un mercado cerrado a una plaza que no nos ofrece nada, nuestra parcela,... incluso el tapón formado por la construcción que corta la calle Tiziano y la calle Lérida al norte, puede transformarse en un elemento carácterístico para dar entrada al nuevo espacio; el eje formado por la prolongación de Lérida hacia el mercado, a través de la bien proporcionada calle San Antonio, la plaza de la Condesa de Gavia y, superado otro tapón, la calle Hernani y la calle de Los Artistas (con ese nombre). Esto nos da un potencial de población de una “autosuficiencia” a considerar. Y capaz de ofrecer un espacio regenerado tanto vivencial como económicamente.

Y la topografía como creador de futuro más que como explicación del pasado (la pendiente desde la calle Jaén hacia Tiziano justifica la ausencia del coche y nos plantea un ascenso-descenso de posible interés).



El programa se distribuye sobre construcciones existentes y en una “pequeña” ocupación (unos 3.000 m2, en primeros cálculo) en nuestro solar.